A través de estas palabras nos hubiera gustado compartir un ataque
certero al enemigo, nos hubiera gustado enviar un estruendoso saludo a
nuestras hermanxs secuestrados por el estado/capital. Con aquellos
deseos inflamándonos el corazón nos decidimos a vencer el miedo y con un
pequeño gesto iluminar la larga noche de la dominación con un artefacto
explosivo. Decidimos el momento y el lugar, desarrollamos un plan y nos
aventuramos.
A la mañana siguiente buscamos alguna noticia o antecedente que nos
dijera como había resultado nuestra acción y no encontramos nada. Para
salir de la duda, y ya que nuestro objetivo así lo permitía, volvimos al
lugar a observar lo sucedido. El extintor relleno con 1 kilo de pólvora
negra más tuercas y pernos estaba en el mismo lugar donde lo habíamos
dejado. El sistema de ignición que consistía en un tubo de papel relleno
con la misma pólvora mas cabezas de fósforos había funcionado, esta se
había consumido hasta llegar al orificio que le habíamos hecho al
recipiente y por el cual habíamos insertado varios centímetros nuestra
mecha artesanal. Lo que había ocurrido es que al hacer contacto la mecha
encendida con el extintor y su relleno, al parecer prendió o calentó la
pólvora agrandando el orificio varias veces su dimensión original.
Finalmente lo único que sucedió fue que el extintor quedo caliente y
cubierto de ceniza negra, pero de detonar nada.
En una prueba anterior nos había pasado lo mismo, pero habíamos
ocupado un extintor viejo y oxidado a lo que habíamos atribuido el
desgaste del material y la no explosión de este. El recipiente que
ocupamos esta vez estaba nuevo y no nos esperábamos que nos ocurriera lo
mismo, teníamos un comunicado, que por ahora, tendrá que esperar. Aun
tenemos mucho que aprender. No ocultaremos nuestras ganas de ver
ardiendo este mundo decadente y por lo tanto nuestra frustración al no
poder ver concretizado nuestro deseo. Pero tenemos paciencia, estamos
creciendo, aprendiendo, mejorando nuestras técnicas e infraestructuras.
Al mismo tiempo que nos transformamos nosotras mismas, desaprendiendo lo
inculcado y desarrollando nuevas relaciones con nosotras mismas y todo
lo que nos rodea. Tenemos mucho por hacer y no pensamos desistir.
Es en este afán por continuar aprendiendo mutuamente con la
experiencia de otras compañeras/cómplices que escribimos estas líneas
buscando la comunicación con quienes, basados en la experiencia, tengan
las respuestas que buscamos, ¿dónde está el error en nuestro
dispositivo? que hicimos mal o que dejamos de hacer?.
Creemos que este medio virtual para plantear nuestras dudas es el más
acertado pues puede servir de ayuda a otras en su propio camino y
juntas enriquecer nuestro quehacer.
Esperando abrir un dialogo fraterno con quienes así lo deseen nos
despedimos con un abraso lleno de amor a quienes se arriesgan y arman
sus deseos.
Cada corazón es una bomba artesanal
MUERTE A LA CIVILIZACIÓN
VIVA LA ANARQUÍA
Célula de guerreras aprendices
EXTRAIDO DE CONTRA INFO