Breve crónica y comentarios sobre el acto fascista de Falange en conmemoración de su 80 aniversario en el barrio de Lavapiés.
La Falange pretendía realizar en el teatro Fígaro, al lado de la
plaza de Tirso de Molina la celebración de sus 80 años de historia
salpicada con la sangre de centenares de miles de personas. Finalmente y
a pesar de que los responsables del Teatro Fígaro intentaron justificar
la presencia de fascistas en su espacio, las presiones realizadas
dieron sus frutos, y los fascistas tuvieron que traspasar de tapadillo
el acto al hotel TRYP en la calle Atocha.
La respuesta de anarquistas y otras individualidades antifascistas se
organizó todo lo deprisa que se pudo, debido a la incertidumbre que
había a lo largo de todo esta semana sobre el lugar de celebración del
acto. La noche anterior al acto, Juventudes Libertarias de Madrid
redactó un comunicado de repulsa llamando a la lucha contra el fascismo
en todas sus formas e incidiendo en la necesidad de luchar también
contra el Capitalismo y el Estado como instituciones que se sirven del
fascismo para fortalecerse. Las inmediaciones del teatro Fígaro
amanecieron repletas de carteles A3 con dicho comunicado y varias
pintadas que hacían mostrar que los fascistas no eran bienvenidos en el
bario. El texto, dejaba bien claro que no podemos olvidar que el
fascismo tiene un papel en la actualidad de presionar a las autoridades
de los Estados para profundizar en las políticas racistas y xenófobas
inherentes a toda forma de Estado. El fascismo es y será siempre un
recurso de más de la clase dominante para perpetuarse en el poder, bien
sirviéndose del fascismo para frenar a las fuerzas revolucionarias, bien
presentando la dominación democrática como sistema necesario para
contener a los totalitarismos.
La policía protegió durante todo momento el hotel y sus
inmediaciones, identificando y reteniendo a varios grupos anarquistas y
antifascistas que trataban de impedir la celebración del acto de
enaltecimiento fascista.
Sirva también este comunicado para advertir que aquellos que
colaboren con los fascistas y ayuden a difundir su mensaje de odio
racial, autoritario, sexista y homófobo, facilitánoles espacios, son
considerados de la misma calaña que estos energúmenos. Que se atengan a
las consecuencias.
NI UNA CALLE, NI UN BARRIO, NI UN RESPIRO PARA LOS FASCISTAS
CONTRA EL FASCISMO Y TODA AUTORIDAD: AUTOORGANIZACIÓN, SOLIDARIDAD Y ACCIÓN DIRECTA
Comunicado pegado en las inmediaciones del Teatro Fígaro:
LOS FASCISTAS NO SOIS BIENVENIDOS
AQUÍ NI EN NINGÚN SITIO
Hace 80 años que la Organización fascista Falange era fundada en
Madrid. El partido, que desarrolló su teoría política entorno al
sindical-nacionalismo, pronto mostró su cariz reaccionario opresivo. Sus
militantes sirvieron como arma de choque parapolicial contra el
movimiento obrero revolucionario de los años 30 en España. Fueron muchos
los enfrentamientos que la clase obrera tuvo que mantener con el
fascismo mientras se batía con la burguesía española y el Estado
republicano, que desde sus comienzos se mostró como otro intento de
asentar la explotación disfrazado de régimen liberal.
Lo que vimos después, es de sobra conocido. La Falange fue utilizada
como canalizador político de la Iglesia, la burguesía y los militares en
su tentativa de encadenar al pueblo trabajador por el año 36, ante las
claras muestras de este de querer vencer definitivamente el orden
burgués que mantenía a la clase trabajadora bajo el yugo de la
explotación y la opresión. Fue así, como la burguesía alzó al fascismo
español y se sirvió de este para planificar un genocidio y exterminio de
centenares de miles de trabajadores y trabajadoras, anarquistas y de
otras fuerzas políticas, con la ayuda del fascismo italiano y el nazismo
alemán.
La inmensa labor de transformación revolucionaria que se llevó acabo
en las zonas de la península donde a partir del 19 de julio de 1936 se
logró frenar a los militares y a los fascistas, fue primeramente
traicionada por los líderes republicanos y los partidos burgueses de
izquierdas (se empezó entonces una violenta persecución contra los
militantes anarquistas y el resto de trabajadores que veían la necesidad
de realizar la revolución social para frenar el fascismo), y fue
finalmente aniquilada con el triunfo del bando fascista en la contienda.
Más de 40 años de muerte, exilio y cárcel le esperarían a centenares de
miles de personas, que nunca dejarían de ser una molestia para el
régimen de Franco y su partido-correa: La Falange.
80 años después nos encontramos con un régimen democrático que sigue
ejerciendo la explotación y el dominio igual que en la llamada
dictadura, pero con formas más sutiles.
Aprovechando el contexto de crisis capitalista, el fascismo intenta
resurgir y hacer calar su discurso racista, homófobo y reaccionario.
Mientras que desde los distintos Estados de la Unión Europea, se ejerce
de forma descarada la persecución contra los trabajadores por el color
de su piel o procedencia, el viejo fascismo intenta hacerse su hueco.
Actos como el que celebra la Falange conmemorando su 80 aniversario,
en un barrio obrero como Lavapiés y con presencia de multitud de
trabajadores de todo el mundo, evidencian que el fascismo trata de nuevo
de hacerse un hueco con la clara complicidad de jueces, policía y
empresarios. Democracia y fascismo son dos caras de la misma moneda,
distintas maneras de ejercer el racismo y el dominio sobre las personas,
pero que persiguen mantener el mismo sistema capitalista que los
engendra. Estado y Capital encuentran en el fascismo y sus mensajes de
odio racial un fuerza parapolicial para reforzarse tanto en la calles
como a nivel discursivo.
EL FALANGISTA BUENO ES EL FALANGISTA MUERTO
CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL EL FASCISMO Y
TODA FORMA DE AUTORIDAD: AUTOORGANIZACIÓN,
SOLIDARIDAD Y ACCIÓN DIRECTA
EXTRAIDO DE JUVENTUDES LIBERTARIAS DE MADRID – FIJL
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